Cuándo visitar Barcelona

Barcelona es un destino internacional que cuenta con diferentes eventos a lo largo de todo el año. Esta elegante capital regional se encuentra a orillas del Mediterráneo, lo que permite que los barceloneses y los visitantes puedan disfrutar de las suaves temperaturas propias del litoral. Con una combinación de festejos nacionales como el Carnaval (un fiestón en la cercana Sitges) y las celebraciones de Nochevieja, aparte de la guindilla que suponen las celebraciones propias de Barcelona y de Cataluña, la ciudad de Gaudí no parece tener un sueño demasiado profundo. Este apartado le informará sobre cuál es la mejor época para visitar Barcelona y sacar el máximo provecho de su visita a esta hermosa ciudad.

En primavera, el calendario social recibe el empujón de salida con el Dia de Sant Jordi, que conmemora el santo patrón de Cataluña. Es una jornada romántica en la que los hombres regalan rosas a las mujeres y, a cambio, ellos reciben un libro. En el verano los turistas acuden a festivales de arte y música, desde el Sonar, una colorida celebración de música electrónica, a la explosiva Festa de Sant Joan, llena de deslumbrantes exhibiciones de fuegos artificiales. Hacia finales del verano, el Festival Grec se convierte en un escaparate de danza, música y teatro repartido por toda la ciudad. El otoño trae consigo varias celebraciones, entre ellas La Diada (Día Nacional de Cataluña), una jornada sombría que conmemora el asedio de Barcelona en 1714 durante la Guerra de Sucesión española y la consiguiente represión de la autonomía catalana. Tras el día nacional (11 de septiembre), llegan las mucho más ruidosas Festes de la Mercè, con la ciudad tocando todos los registros. Els Castellers de Barcelona construyen castillos humanos mientras por las calles desfilan gegants i capgrossos (estatuas de madera maciza con cabezas desproporcionadas), con una multitud de personas animándoles mientras tratan de no derramar el cava (vino espumoso catalán).

Aparte de las fiestas locales, hay un montón de fiestas oficiales. Algunas son de carácter religioso, como el Viernes Santo, el Lunes de Pascua, el Día de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) y el Día de Navidad (25 de diciembre) al igual que otras fiestas laicas, entre ellas el Día del Trabajo (1 de mayo) y el Día de la Hispanidad (12 de octubre). Independientemente de la época del año de su visita, no olvide nunca la importantísima siesta diaria, cuando la mayoría de las tiendas y de los organismos públicos cierran sus puertas desde la hora del almuerzo hasta media tarde. Esta es la hora en que los barceloneses hacen sus compras y almuerzan. La tradición ha variado ligeramente ya que los trabajadores no quieren salir de la oficina tan tarde. Las cosas se ralentizan un poco por la tarde, pero siguen habiendo montones de tiendas que mantienen sus puertas abiertas.

Llegar a Barcelona es de lo más sencillo, especialmente teniendo en cuenta que el aeropuerto de El Prat se encuentra justo al suroeste del centro de la ciudad. Existen bastantes líneas aéreas nacionales y de bajo coste, como Easyjet y British Airways. Las redes ferroviarias nacional (www.renfe.es) e internacional (www.eurail.com) también conectan la ciudad con el resto de Europa. Aunque viajar hasta aquí en coche a través del gran número de autopistas que conducen a España y Cataluña puede ser también una buena opción.

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