Cuándo visitar Sevilla |
Planifique cuándo desea visitar Sevilla, ya que la estación que elija puede afectar sus actividades. Si puede, evite el verano, ya que los edificios y las calles se convierten en un horno y las temperaturas alcanzan máximas insostenibles. Incluso los sevillanos abandonan la ciudad durante julio y agosto, aunque los patios andaluces existentes en las casas más tradicionales han supuesto siempre un respiro del excesivo calor gracias a sus fuentes y a sus pequeños jardines interiores. Si lo planea con tiempo podrá aprovechar al máximo los festivales anuales de la ciudad, que convierten a este normalmente animado lugar en una auténtica fiesta. Este apartado de la guía le ayudará a elegir cuándo visitar Sevilla para poder disfrutar completamente de todo cuanto le ofrece. Con la primavera llega la conocidísima, incluso a nivel internacional, Semana Santa. Las Hermandades cristianas desfilan por las calles en capirotes, con velas tambaleantes y levantadas y se dirigen a la Catedral desde sus respectivas iglesias. Aunque se trata de una fiesta devotamente religiosa, los bares locales siguen ofreciendo música y bebidas y un ambiente festivo con riadas de gente deambulando por la ciudad a altas horas de la noche. Después de Semana Santa, Sevilla alberga la Feria de Abril de Sevilla, con bailes y celebraciones repartidas a lo largo de la semana. Las casetas (tiendas de ferias multicolores) se alinean en la otra orilla del río. La Feria de Primavera marca también el inicio de la temporada de toros. Si decide enfrentarse al formidable calor del verano de Sevilla, vaya a finales de julio a la Velá de Santa Ana, en Triana, justo a la derecha del río Guadalquivir. El pescado a la parrilla y el vino de Jerez son los protagonistas absolutos de los festejos nocturnos en esta época. Otras fiestas son Corpus Christi, La Inmaculada, Navidad, Año Nuevo y el Día de los Reyes Magos, así como otras fiestas oficiales como el Día del Trabajo (1 de mayo), el Día de la Hispanidad (12 de octubre) y el Día de la Constitución, (6 de diciembre). A Sevilla se llega desde las principales ciudades de España, y desde otras muchas más pequeñas, así como desde el resto de Europa y de ultramar. Una amplia selección de compañías aéreas nacionales e internacionales aterriza en el Aeropuerto San Pablo de Sevilla, situado a pocos kilómetros al noreste del centro. Autobuses y trenes salen diariamente en dirección a las estaciones de autobús de la Plaza de Armas y de Prado de San Sebastián, a la estación de trenes Santa Justa, respectivamente, con el servicio de tren de alta velocidad AVE (www.renfe.es) que enlaza Sevilla con la capital, Madrid. Si se dirige o viene de Portugal en autobús, la estación de autobuses de Armas es la mejor opción. También puede ir en coche por la ciudad, pero tendrá que pagar para aparcar. Sevilla es un destino de fácil acceso, con una plétora de opciones de transporte que hace que llegar sea pan comido, lo que le ahorrará el tiempo y la energía necesarios para aprovechar mejor la visita a la ciudad.
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