El clima de Barcelona |
La proximidad de Barcelona al Mediterráneo y al extremo sur de los Pirineos suaviza su clima durante la mayor parte del año, aunque la humedad del mar hace que la ciudad sea más bien húmeda, sobre todo con las lluvias otoñales y el calor veraniego. Los veranos pueden ser bastante calurosos, con temperaturas que oscilan entre los 21º y los 30º C. A finales de julio y principios de agosto aumenta el calor y el sol puede llegar a ser extenuante y provocar unas temperaturas superiores a los 30º C. El verano es también húmedo y puede manchar su piel con sudor y agua. La ciudad recuerda a veces un gigantesco baño de vapor. Dada la situación de Barcelona en el norte, cerca de Francia, su clima es algo más frío que el de las ciudades del sur de España. Las temperaturas descienden en otoño e invierno, con nevadas esporádicas, pero no es habitual que nieve y si lo hace suele desaparecer pronto. En otoño, las temperaturas pueden alcanzar como máximo los veintipocos grados, pero suelen rondar los 15º C. En octubre aparecen las lluvias, y cuando llega el invierno el termostato puede descender a cifras de un solo dígito, con una mezcla de lluvia y sol. La llegada de la primavera permite disfrutar de un mayor número de días soleados. Disfrutará del agradable clima de Barcelona sin el excesivo calor propio del verano y sin el diluvio de la lluvia otoñal. Resumiendo, Barcelona es un destino que puede visitar durante todo el año sin demasiados extremos climáticos. En invierno puede hacer un poco de frío, y el verano tiene sus días de bochorno, pero la mayoría de los días la ciudad disfruta de un tiempo moderado y soleado.
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