Cascais y Estoril |
El viaje en tren desde la estación de Cais do Sodré al pretencioso refugio de la realeza de Estoril (y después de Cascais) traslada a los visitantes a exuberantes parques y jardines ornamentales que desembocan en playas de arena dorada. En el extremo superior del parque principal se encuentra el Casino de Estoril, que sirvió de inspiración a la novela Casino Royale de Ian Fleming, y que ahora ofrece mesas de ruleta, máquinas tragaperras, restaurantes, tiendas, galerías de arte y espectáculos en directo. La playa principal de Estoril, la Praia do Tamariz, cuenta también con una piscina pública de pago que da al mar. Estoril fue antaño un nido de espías, un exquisito patio de recreo para ricos en el que, durante la II Guerra Mundial, convivieron agentes secretos, escritores y la realeza exiliada de ambos lados. Hoy la zona cuenta con algunos de los campos de golf más prestigiosos del mundo y alberga la carrera anual de Fórmula Uno y campeonatos de tenis. Un poco más allá se encuentra Cascais, un exclusivo pueblo de pescadores para algunos de los personajes más acaudalados de Portugal y que cuenta con hoteles de la máxima categoría. Gracias a su ubicación en la costa, a un ambiente relajado y a una saludable mezcla de locales y de residentes expatriados, Cascais no es tan sólo un lugar para la jet set sino también un atractivo para los visitantes de fin de semana de Lisboa, los surfistas, una multitud de yates y numerosos turistas extranjeros. |