Guía de viaje de Barcelona |
Barcelona simplemente le deleitará los sentidos. Durante el verano, un sol magnífico broncea la piel de los turistas que frecuentan las playas de la ciudad. Los sabores culinarios de los restaurantes locales le dejarán con ganas de repetir. Las maravillas arquitectónicas modernistas que bordean las calles de L’Eixample son dignas de admirar y la visita del templo inacabado de Gaudí, La Sagrada Família, lo dejará sin aliento. Barcelona, la capital de Cataluña, es un almacén de cultura, de sensación cosmopolita y de ideas avanzadas. Es un lugar en el que el progreso es fruto del trabajo constante, pero también en el que se aprovecha el tiempo libre para disfrutar de la vida. Esperamos que esta guía de viaje de Portugal-live le sea de gran utilidad. Con una rica y variada historia que empieza con los cartagineses y sigue con los romanos hasta convertirse en un estado mercantil rico y poderoso, los habitantes de Barcelona, y los catalanes en general, han vivido su propia historia de luces y sombras. Tras los estragos de la Guerra Civil española y la consiguiente represión de la cultura y la lengua catalanas, Barcelona ha podido finalmente desplegar sus alas y florecer (tras la muerte de Francisco Franco) gracias a la consolidación de la Autonomía de Cataluña en 1979, fecha desde la cual los catalanes se han ido fortaleciendo progresivamente. En lo que respecta a los monumentos, Barcelona no decepciona en absoluto. Desde las abarrotadas esquinas y los estrechos callejones del antiguo barrio de pescadores de la Barceloneta a las estrafalarias y multicolores esculturas del Parc Güell de Gaudí, pasando por los tesoros que alberga la Ciutat Vella (Ciudad Vieja), esta ciudad costera despertará su admiración. Pasee por el Barrio Gótico y admire una colección de iglesias y de animadas plazas, y a continuación ábrase camino por el paseo peatonal de La Rambla en el que encontrará paradas de flores y de mascotas al aire libre mezcladas con un batiburrillo de artistas callejeros ataviados con trajes relucientes y brillantes pinturas corporales. Y esto no es más que la punta del iceberg. Barcelona está repleta de lugares que vale la pena conocer, desde los animados bares de copas de El Born y los originales edificios de L’Eixample a las fuentes, galerías, jardines e instalaciones olímpicas de Montjuïc, sin olvidarnos de la marcha nocturna del Port Vell. No le quedará tiempo para descansar si quiere verlo todo. Pero si está cansado de deambular por esta antigua aglomeración de culturas, gentes y estilos, podrá hacerlo en los numerosos bares, cafeterías y restaurantes ansiosos por dar la bienvenida a viajeros agotados y que son un auténtico oasis de calma en una bulliciosa metrópoli. |