Vilamoura |
El atractivo y la belleza de la playa de Vilamoura y de su zona circundante la han convertido hoy en uno de los destinos vacacionales más populares y exclusivos del Algarve. Al contrario que la tendencia generalizada en el Algarve, Vilamoura no pasó de ser un pequeño pueblo de pescadores al complejo vacacional que es hoy. Fue expresamente diseñada como un complejo independiente y exclusivo y como tal se desarrolló de una manera ordenada y con buen gusto. En ella encontrará algunos de los mejores hoteles de la región y viviendas residenciales de lujo, con una impresionante variedad de servicios y actividades. Una colección de hermosas playas, un lujoso puerto deportivo, cuidados jardines, amplias avenidas, varios campos de golf, un casino y un aeródromo son solo algunos de los atractivos de Vilamoura. Vilamoura debe su existencia a la belleza de los alrededores naturales, que se caracteriza por largas extensiones de paradisíacas playas bañadas por el sol, enormes zonas de pinares y de marismas naturales. Las playas más accesibles son las de Vilamoura, Marina y Falésia, todas ellas con la Bandera Azul y que ofrecen una larga lista de deportes acuáticos y de actividades de ocio. Windsurf, jet skiing, parasailing, barcos de pedales y surf complementan las actividades disponibles en el famoso puerto deportivo, donde pueden contratarse barcos para hacer pesca de altura, submarinismo, avistamiento de delfines y agradables excursiones. La Praia da Falésia se extiende durante muchos kilómetros hacia el oeste y debe su nombre a la larga línea de dorados acantilados que flanquean sus costas. También encontrará un gran número de playas igualmente hermosas a lo largo de la costa en dirección al este hasta llegar a Quinta do Lago, la playa que bordea el Parque Natural de Ria Formosa. Para acceder a esta playa debe cruzarse un largo puente de madera que atraviesa la vía navegable del estuario y que es un lugar excelente para observar la vegetación de las marismas, las blancas salinas y la rica ornitología de la región. Vilamoura ofrece todos los servicios imaginables de un complejo de calidad. Sus numerosos campos de golf han hecho que sea uno de los destinos preferidos de los golfistas, que pueden elegir entre el Quinta do Vale Golf Resort, diseñado por Severiano Ballesteros, el Oceânico Millenium de Martin Hawtree o el campo de diseño inglés, el Oceânico Old Course, entre muchos otros de la zona. Además, el exclusivo puerto deportivo de Vilamoura, uno de los más grandes de Europa, es otra fuente de atractivos. Algo alejado de los numerosos barcos de lujo que adornan sus pantalanes, el puerto deportivo se encuentra situado entre una amplia colección de cafeterías, entre ellas la del futbolista portugués Luis Figo, el Café Sete, muchos restaurantes y lujosas boutiques. De acuerdo con el sabor cosmopolita de Vilamoura, los restaurantes ofrecen una amplia variedad de cocina internacional así como de platos regionales de pescado. Si desea degustar una especialidad local consistente en sardinas a la brasa, caballas con salsa de tomate, calamares en su propia tinta o arroz con pulpo, quizás una excursión a los pequeños pueblos del interior le brinde un sabor más auténtico. El escenario fuera del complejo de Vilamoura cambia drásticamente y encontrará encantadores pueblos locales para visitar al pie y en las colinas de la cadena montañosa de Caldeirão situada justo detrás de Vilamoura. Higos, almendras y algarrobos cubren las pendientes onduladas a los pies de las montañas, y si se dirige más hacia el interior, los modernos lujos del complejo se quedan atrás ante las tradiciones de épocas antiguas que conservan los trabajadores locales como la artesanía de cobre, hierro y de latón de los pueblos en los que las casas redondas de piedra y con techos de paja, ahora utilizadas como graneros, rememoran las viviendas de los antiguos habitantes. El pueblo de Alte es conocido por su belleza natural que capta la esencia de los tiempos antiguos de un típico pueblo del Algarve. En estas zonas del interior existen varios lugares de interés histórico que bien merecen una visita. El testimonio de la ocupación romana se conserva con todo su esplendor en los mosaicos de las ruinas del siglo III de una villa romana en Cerro da Vila, en los ‘ceteiras’ (depósitos para el pescado salado) del yacimiento arqueológico de Loulé Velho situado cerca de la costa, y en el Puente Tor que cruza el río Algibre. El castillo de Salir contiene una de las pocas fortificaciones moras que quedan en pie y es un excelente lugar desde el que admirar las vistas de las montañas y del paisaje que se extiende abajo. Vilamoura combina esta perfecta mezcla de destino vacacional lujoso y cosmopolita con la esencia eterna del antiguo Algarve. Independientemente de donde se encuentre, en los sofisticados alrededores del complejo de la costa, en los greens de sus numerosos campos de golf o en las ciudades históricas de las montañas, sentirá el relajante efecto del Algarve. |