Una parada obligada y típica en la ruta del tranvía 28 es el Largo da Graça y el Miradouro de Santa Graça, con su pequeña cafetería al aire libre y sus impresionantes vistas. En él los músicos interpretan improvisados dúos de guitarra con un telón de fondo de postal como escenario. Construida en 1271, la Igreja da Graça es una de las iglesias más antiguas de Lisboa a sólo un paso del Miradouro da Senhora da Monte, uno de los mejores lugares de la zona para vivir una romántica puesta de sol y para disfrutar de las vistas sentado en las sillas verdes de madera y metal del panorámico Café do Monte de estilo parisino.
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